No les deseo un año mejor

Y se vino el 2013. Lejos de cumplirse las predicciones de algunos sensacionalistas (no voy a hablar de los Mayas porque ya sabemos que para ellos el fin del 2012 venía asociado a la llegada de una nueva era y no a la extinción de la raza humana) aún estamos con los pies sobre la tierra, aunque yo todavía siga surfeando la realidad producto de la nebulosa que se crea luego de haber vivido 8 meses transitando los caminos Sudaméricanos y, supongo, cualquier otro camino que se va construyendo siguiendo simplemente el fluir de los acontecimientos.


Independientemente de mi aversión por los números impares y por el popular significado del número 13, el 31 de diciembre para mi, desde que tengo capacidad de reflexión, pasa inadvertido hasta las 11.59 de la noche. Siempre existió un momento de trance, un punto de inflexión entre ese minuto del año viejo y las 00.00 que marcan la llegada del nuevo año. De golpe, una sucesión de hitos "trascendentes" pasan por mi mente en una seguidilla de 60 segundos como imágenes fugaces. Y finalmente quedan allí, como levitando, los objetivos no cumplidos, a modo de señal de alerta, con letras rojas: "ACORDATE QUE TE FALTO ESTO".

Observo entre la gente, una renovación de expectativas, como si merecieramos tener un año mejor por el simple hecho de estar frente a un nuevo año, todo enterito en nuestras manos para hacer lo que siempre quisimos hacer y nunca pudimos, para poder tachar en la lista aquellas cosas que quedaron sin tachar.

En general los ojos brillan, las pupilas se dilatan, y la mente se regodea armando una nueva lista de promesas a cumplir que marcarán nuestros pasos durante los proximos 365 días del año.

Luego llegan los saludos, los que faltaban, ya que la última semana del año suele ser una seguidilla de buenos augurios que se otorgan sinceramente a nuestros seres queridos. Y el mejor augurio: "Que el año que viene sea mejor".

Este último, fue el resonaba en mi cabeza entre sonidos de campanas y fuegos de artificios que indicaban que el 2012 era parte del pasado. ¿Mejor que el 2012? ¿Mejor que haber sentido lo que significa la palabra LIBERTAD en la máxima expresión que he conocido? ¿Mejor que haber tenido la oportunidad de haber recorrido increíbles lugares y encontrado personas tan grandiosas?.

Y por otro lado pienso, ¿qué significa mejor?, ¿mejor con respecto a qué?.¿Puedo decir que haber viajado por Latinoamérica sea mejor que cumplir proyectos distintos que planeo para el 2013?. ¿Con qué balanza peso cosas distintas para llegar a la conclusión de que esto muestra tener más peso que aquello?

Es por esto que no les deseo un año mejor.

Les deseo un año distinto, lleno de nuevas oportunidades.

Les deseo que la vida los sorprenda gratamente, que puedan cumplir con sus objetivos, pero que además les pasen cosas increíbles que no esperaban , cosas que nunca hubieran pensado poner en su lista de "metas a cumplir". Y además, les deseo que las reciban con una gran sonrisa.

Les deseo que tengan la fuerza suficiente para materializar sus proyectos. "NO PASA NADA SI NO ME MUEVO" decía un grafitti en una pared en alguna ciudad por las que transitaba en Colombia. Nada más cierto.

Les deseo que sean capaces de celebrar los logros y no penar por las derrotas. Los logros no cumplidos cuando uno actúa con empeño, no son mas que una enseñanza que nos enriquece como personas.

Les deseo un horizonte lejano de expectativas que los mantenga caminando.

Me deseo y les deseo sobre todas las cosas, muchas horas de sueño para seguir soñando.