Y se vino el 2013. Lejos de cumplirse las predicciones de algunos sensacionalistas (no voy a hablar de los Mayas porque ya sabemos que para ellos el fin del 2012 venía asociado a la llegada de una nueva era y no a la extinción de la raza humana) aún estamos con los pies sobre la tierra, aunque yo todavía siga surfeando la realidad producto de la nebulosa que se crea luego de haber vivido 8 meses transitando los caminos Sudaméricanos y, supongo, cualquier otro camino que se va construyendo siguiendo simplemente el fluir de los acontecimientos.
31/12/12
22/12/12
Volver a los orígenes
(Escrito en Lima, Perú el 18 de Diciembre de 2012)
Escribo desde Lima, el lugar donde todo comenzó y en donde todo termina, al menos, por ahora. A punto de volver a casa, con un vuelo en unos días. Y pensar que hace menos de una semana estaba gozando del agua cristalina de Playa Blanca en Isla Barú.
Cuales son los motivos que impulsaron mi vuelta probablemente no pueda explicarlos. Cuando uno se guía con el corazón los intentos por lograr explicaciones racionales son obsoletos.
Escribo desde Lima, el lugar donde todo comenzó y en donde todo termina, al menos, por ahora. A punto de volver a casa, con un vuelo en unos días. Y pensar que hace menos de una semana estaba gozando del agua cristalina de Playa Blanca en Isla Barú.
Cuales son los motivos que impulsaron mi vuelta probablemente no pueda explicarlos. Cuando uno se guía con el corazón los intentos por lograr explicaciones racionales son obsoletos.
19/12/12
No soy hippie
Y debo hacer esta aclaración, porque esta es la etiqueta que me cabe en los últimos meses. -Hippies huelen mal- nos gritó en Armenia, Colombia una muchacha que por su estilo denotaba una afición por el punk rock, -¿Ustedes son hippies?- nos preguntó un vendedor de empanadas en una calle de Cartagena, -Ustedes los hippies la pasan mal- afirmó el conductor de camión que nos llevantó en la ruta haciendo dedo en Riobamba, Ecuador, acto seguido nos regaló una piña de casi dos kilos -para que no pasen hambre-.
Aclaro que tampoco soy rasta (ni aún teniendo los dreadlocks en la cabeza que muchos me quisieron hacer durante el viaje debido a la predisposición de mi abundante cabellera)
Aclaro que tampoco soy rasta (ni aún teniendo los dreadlocks en la cabeza que muchos me quisieron hacer durante el viaje debido a la predisposición de mi abundante cabellera)
17/12/12
¿Dónde quiero que me encuentre el fin del mundo?
La respuesta es simple. Me interesa poco. Entonces ¿el post debería titularse como quiero que me encuentre?, tal vez, pero soy transgresora.
Hay miles de lugares en la tierra donde me gustaría que me encuentre. Sin dudas, debería analizar el top 100 de los lugares que deberías conocer antes de morir y transportarme telepáticamente.
Pero aún estando en cualquier lugar maravilloso de la tierra, me interesa mas el como, la forma, en que me enfrentaré a semejante acontecimiento.
Y tampoco tengo demasiadas exigencias....
Hay miles de lugares en la tierra donde me gustaría que me encuentre. Sin dudas, debería analizar el top 100 de los lugares que deberías conocer antes de morir y transportarme telepáticamente.
Pero aún estando en cualquier lugar maravilloso de la tierra, me interesa mas el como, la forma, en que me enfrentaré a semejante acontecimiento.
Y tampoco tengo demasiadas exigencias....
11/12/12
Isla Barú. El San Andrés de los pobres.
Isla Barú y su increíble Playa Blanca es una parada casi obligada y muy accesible para quienes visiten el caribe colombiano.
Ubicada a unas dos horas de Cartagena por vía terrestre y una hora por vía marítima es un sueño para quienes, como yo, nunca habíamos estado frente a un mar turquesa y una arena tan blanca.
Cartagena de Indias. Entre resabios de la colonia, cirugías miamezcas y realidades devastadoras.
Llegué a Cartagena vía terrestre desde Santa Marta. Para quienes tenemos la suerte de recorrer la tierra por la tierra misma es mucho más sencillo hacer un análisis de una ciudad en base a impresiones mas amplias. Si no la recorremos de punta a punta caminando, entonces lo hacemos en bus, desde abajo y sin vidrios polarizados.
Cartagena tiene diversos contrastes que puede observar cualquiera que la atraviese en una buseta local. Eso es lo que pude observar en el bus que me condujo desde la terminal hacia mi alojamiento en el centro de la ciudad.
Una noche mágica en el Tayrona
Se despertaron a las 7 am. El calor no podía ser combatido con el ventilador de 4 aspas que giraba cansado tras una noche de arduo trabajo. La excitación de partir hacia la aventura había activado tempranamente sus conciencias.
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