Cierto que estos santos fueron impuestos con la llegada de los españoles por la iglesia católica. Sin embargo es sorprendente ver la manera en que dichas celebraciones conviven con ritos cuasi paganos que se visualizan en los trajes de los bailarines.
Máscaras con facciones demoníacas y representaciones de serpientes, águilas y tigres en los disfraces dan cuenta de la convivencia de ambos ritos en una misma danza. Ritos nativos y una religión adoptada por obligación.
Miles de pueblos en puja constante que caminan sobre la cuerda floja, haciendo equilibrio por no olvidar las raíces que les quisieron borrar hace más de cinco siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario